El virus del COVID-19 ha provocado algunos cambios extremos en las demandas de los consumidores y los patrones de gasto, entonces, ¿cómo se están volviendo a conectar las marcas con los clientes para un futuro post pandémico?
La cuarentena para muchos fue un cambio drástico y brusco en la vida cotidiana. Todo lo que abarca los hábitos de trabajo, la educación de los chicos han adquirido una perspectiva diferente a medida que las personas han podido pasar más tiempo en sus casas. A su vez, el comercio minorista lo hizo, adentrándose muchísimo más al comercio electrónico. Los minoristas están tratando de averiguar cómo el cambio breve pero mayorista al online ha cambiado los hábitos de compra futuros de los clientes y cómo esto tiene que mejorar cada una de sus estrategias omnicanal.
El comercio electrónico es fundamental para los minoristas
Gracias al contexto actual, los retailers han tenido que mejorar cada una de sus estrategias y procesos para poder mantenerse a flote. El comercio electrónico si bien es cierto, ya estaba allí, hoy en día es el protagonista de la mayoría de las compras que los clientes están realizando, y es por ello que esta estrategia es tan importante ya que implica la experiencia que tienen cada uno de estos consumidores tanto en la página hasta web hasta cuando reciben el pedido en sus casas. Esto construye una identificación con la marca y las probabilidades de que el consumidor los escoja de nuevo.
Si bien es cierto, trajo algunos cambios a corto plazo en el comportamiento del consumidor, pero algunos se mantendrán a largo plazo. En consecuencia, este reciente salto al comercio electrónico acelera la transformación digital de cada una de estas empresas.
Un testimonio interesante es el de la marca Pandora, la marca de joyería también tenía planes digitales en marcha, pero su vicepresidente senior, director digital y omnicanal, David Walmsley, señala que la compañía tuvo que “acelerar” el servicio en línea. Él dice que los mercados donde los hábitos de los clientes no estaban naturalmente en línea tuvieron un impulso de COVID-19. “Italia se salió de la escala. Las personas que estaban demasiado nerviosas para comprar en línea vinieron y eso no cambiará ”, dice Walmsley. Nos ha preparado para la siguiente fase de transformación
Por lo cual, vemos que antes del COVID-19, los clientes se codeaban con la ligera discrepancia en la experiencia entre online y en la tienda. La pandemia ha sido la prueba para muchos minoristas cuya experiencia no estaba a la altura. Después del virus, los futuros clientes exigirán más comodidad en línea, más experiencia en la tienda y una mayor confianza en que las marcas elegidas realmente pueden entregar los productos de una manera acorde.
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